Los aeródromos de Manta, Guayaquil, Quito y Cuenca están adoptando medidas en previsión de la llegada del Fenómeno de El Niño.
La aproximación del Fenómeno de El Niño ha motivado a los aeropuertos ecuatorianos a adoptar precauciones ante las posibles consecuencias de lluvias intensas. Entre las acciones emprendidas se incluye la optimización de sistemas de drenaje, el mantenimiento de pistas, la impermeabilización de infraestructuras y la planificación de un aumento en los vuelos.
En el caso del Aeropuerto José Joaquín de Olmedo en Guayaquil, se ha destinado una inversión de 700 mil dólares para realizar adaptaciones, y se han identificado áreas de posible riesgo. El gerente general, Ángel Córdova, menciona que se están revisando detenidamente todas las zonas para tomar medidas preventivas.
Por el momento, se ha procedido con la limpieza de canales, y posteriormente se ensancharán para facilitar el drenaje del agua y prevenir inundaciones en la pista.
En el Aeropuerto Mariscal La Mar en Cuenca, los bloqueos y deslizamientos de tierra en las carreteras han generado complicaciones en la movilidad, lo que podría resultar en una mayor necesidad de vuelos. Ante esta situación, José Luis Aguilar, director del aeropuerto cuencano, está coordinando un aumento en la frecuencia de vuelos entre Cuenca y Guayaquil.
En la capital, el Aeropuerto Mariscal Sucre ha priorizado el mantenimiento de sus instalaciones, asegurando que están preparadas para enfrentar el fenómeno climático.
Luis Galárraga, director de comunicación de Quiport, informa sobre la existencia de un sistema de canalización diseñado para guiar las aguas pluviales. Esta terminal aérea maneja una cifra anual superior a los 5 millones de pasajeros.
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