Con tan solo 17 años, Karla Almeida Hurtado se ha convertido en una de las deportistas más destacadas del Ecuador en el mundo del kickboxing. Su talento y disciplina la han llevado a consolidarse como una referente a nivel nacional e internacional, dejando el nombre del país en lo más alto.
En 2023, Karla alcanzó un logro histórico al consagrarse vicecampeona Panamericana en Brasil, en la modalidad light, un estilo que combina velocidad, estrategia y técnica. Este torneo reunió a los mejores exponentes de la región, y la joven deportista demostró su fortaleza al enfrentarse a rivales de gran calibre, obteniendo un merecido segundo lugar que marcó el inicio de una destacada trayectoria.
Su esfuerzo no se detuvo ahí. En 2024, Karla volvió a brillar al conquistar el título de campeona sudamericana en Chile. En este evento, que reunió a los atletas más prometedores del continente, la joven demostró su evolución como deportista, superando cada combate con una mezcla de precisión y determinación. Este título no solo reafirma su talento, sino que también la consolida como una de las mejores de su categoría en el continente.
Durante los últimos dos años, Karla ha sido parte de la Selección Nacional de Kickboxing, representando al Ecuador con orgullo en diversas competencias internacionales. Asimismo, su compromiso con el deporte también la ha llevado a ser seleccionada por la provincia del Guayas en la categoría júnior, en la división de -60 kilos, donde ha demostrado su liderazgo y capacidad en cada torneo.
El éxito de Karla no es casualidad. Detrás de cada victoria hay horas de entrenamiento, sacrificio y el apoyo incondicional de su familia y entrenadores. Esta joven guayaquileña es un ejemplo de cómo el deporte puede transformar vidas y abrir puertas a nivel global.
Karla Almeida Hurtado continúa su camino en el kickboxing con la mirada puesta en nuevos desafíos. Su historia inspira a jóvenes ecuatorianos a seguir sus sueños, y su determinación promete seguir cosechando triunfos que llenen de orgullo a todo el país. Sin duda, es una estrella en ascenso y un símbolo de excelencia deportiva.