Miles de fieles
acompañaron la histórica peregrinación de la Virgen del Cisne desde su
santuario hasta Loja, en un emotivo recorrido que culminó con un mensaje de
unidad y paz para todos los ecuatorianos.
La jornada inició a las 05:00 del
sábado 26 de agosto, cuando se ofició la misa campal en los exteriores de la
Iglesia Matriz de Catamayo. Aproximadamente a las 06:00, arrancó el peregrinaje
con el último tramo hacia la ciudad de Loja.
Primera parada
Bajo un intenso sol, la imagen de
la Virgen del Cisne llegó a la urna del Villonaco pasadas las 11:00, acompañada
de un gran contingente policial y una multitud de devotos. Allí se desarrolló
la eucaristía, presidida por el párroco de Catamayo Hernán Ojeda; y, después de
un corto descanso, se continuó con la peregrinación rumbo a Loja.
Segunda Parada
Con un poco más de una hora de
retraso, como se tenía programado en una primera instancia, finalmente llegó a
la zona urbana de Loja alrededor de las 15:45. En este punto, la Policía
Nacional llevó a cabo el cambio ceremonial correspondiente al Comando
de Apoyo Logístico N7.
Un kilómetro más adelante,
el Hospital de Brigada tomó el mando en la estación de
servicio de la Loja; luego, el Grupo de Caballería Mecanizada N°18
‘Cazadores de los Ríos’ continuó con el traslado de la Imagen;
finalmente, a la altura del Monumento del Café se efectuó el
último cambio donde el Grupo de Artillería ‘Cabo Minacho’ siguió
con el mando y arribo hacia el sector del puente en la altura de la terminal
terrestre, donde recibió honores del coronel Rolandhy Loaiza, Comandante
de BI7 Loja, y de Jhon Miño Razo, comandante de la Tercera División, quienes
acompañaron a la ‘Churonita’ hacia la zona militar donde se
llevó a cabo la eucaristía, desde las 17:30 aproximadamente.
Tercera Parada
Terminada la misa, el personal
militar entregó la imagen a los agentes de Control Municipal, quienes
se encargaron de llevarla hacia la Puerta de la Ciudad, donde se realizó el
cambio de vestimenta para dirigirse hacia la Iglesia La Catedral.
Franco Quezada, alcalde de la
ciudad, oficializó la entrega al general Fausto Salinas, comandante
general de la Policía Nacional, para efectuar el traslado con los honores
respectivos y juego de luces.