El viernes 25 de agosto, 133 buques esperaban
cruzar el Canal, superando ampliamente el promedio normal de 90 buques en
espera. Desde el 30 de julio, se ha limitado a 32 el tránsito diario de buques,
de un máximo de 38, y el calado se ha reducido a 44 pies de un máximo de 50.
Estas medidas tienen como objetivo llenar los embalses para enfrentar la
estación seca de 2024, que se espera sea fuerte debido a la influencia del
fenómeno de El Niño.
La sequía prolongada y la falta de lluvias en la
cuenca de la vía interoceánica han llevado a niveles críticos en los lagos
artificiales de Gatún y Alhajuela, que abastecen al Canal y a cerca del 60% de
la población del país.
Erick Córdoba, gerente de Aguas de la Autoridad del
Canal de Panamá (ACP), destacó que las medidas restrictivas no afectan a la
ampliación del Canal, que mantiene su media usual de 10 tránsitos diarios. Sin
embargo, la creciente demanda de agua debido al crecimiento de la población y
el negocio del Canal plantea la necesidad de tomar acciones adicionales.
Jorge Quijano, exadministrador de la ACP, urgió la
ejecución de propuestas para la creación de nuevos reservorios de agua,
considerando que los embalses actuales tienen más de 100 años y no son
suficientes para satisfacer las necesidades actuales.
Estas restricciones en el Canal de Panamá están
teniendo un impacto en el comercio mundial, aumentando los costos de transporte
y causando retrasos en los envíos. A pesar de la congestión, las autoridades
canaleras buscan soluciones para garantizar un suministro sostenible de agua en
medio de desafíos climáticos y un crecimiento constante.