En la reunión del Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), el presidente Guillermo Lasso entrega al presidente electo Daniel Noboa un informe sobre las compras y los procesos de adquisición en materia de seguridad. Se trata de una inversión de 800 millones de dólares que busca mejorar el equipamiento de las Fuerzas Armadas, para enfrentar amenazas como el narcotráfico, el terrorismo y el crimen organizado. Tanto Lasso como Noboa coinciden en la importancia de que policías y militares trabajen de manera coordinada, un tema que Noboa planea consultar a la ciudadanía, y que Lasso intentó someter a referéndum, pero fue bloqueado por la Corte Constitucional.
Entre los proyectos de inversión en el Ministerio de Defensa se destacan siete millones de dólares para la Fuerza de Tarea Conjunta que opera en Esmeraldas, una zona crítica, y ocho millones de dólares para mejorar las condiciones de los conscriptos, es decir, de los jóvenes que se suman al servicio militar voluntario. Además, hay entregas pendientes de aviones y buques para la Fuerza Aérea y la Armada, respectivamente. Son compras que tienen certificaciones presupuestarias y que se prevé concretar en el 2024 o a inicios del 2025. El equipo de Noboa tendrá que revisarlas y priorizarlas, para darle continuidad a las que considere más urgentes y necesarias.
En la lista también hay insumos para la policía, como vehículos para patrullaje, cascos de combate, chalecos antibalas, drones, armas cortas y largas, y municiones. La inversión, en este caso, supera los veinte millones de dólares, y el Ministerio del Interior tiene entregas pendientes para diciembre.
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