Desde la madrugada del miércoles 8 de noviembre, un grupo de soldados y agentes de policía llevaron a cabo una intervención en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, con el objetivo de restablecer el control de la prisión. Los disturbios ocurridos en días anteriores dejaron como resultado una persona fallecida y 14 heridos.
Las imágenes y videos muestran cómo los uniformados ingresaron a la prisión portando armas largas y escudos, acompañados por tanquetas. También se publicaron fotos que mostraban a los presos, semidesnudos y tumbados boca abajo en el suelo, siendo sometidos por los militares.
El presidente Guillermo Lasso explicó que el operativo tiene como finalidad registrar y controlar las armas, municiones, explosivos y objetos prohibidos en la prisión.
Lasso afirmó que continuarán con estos controles hasta el final de su mandato como una medida para combatir la corrupción en el sistema y desarticular las organizaciones criminales que operan dentro de las cárceles. Además, aseguró que el Estado debe mantenerse firme en su objetivo de controlar la violencia tanto en las prisiones como en las calles.
El lunes 6 de noviembre, se registraron explosiones en la Penitenciaría del Litoral, específicamente en los pabellones 4, 5 y 9.
A pesar de un comunicado del SNAI (Sistema Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad), organismo encargado de controlar las cárceles en Ecuador, en el que afirmaban haber retomado el control, durante la madrugada del martes 7 de noviembre se volvieron a escuchar disparos, incluso alcanzando locales cercanos a la prisión.
En total, los disturbios duraron 18 horas y resultaron en una persona fallecida y 14 heridas.