Las tortugas
gigantes de la isla Santa Cruz, la más poblada de Galápagos, están ingiriendo
plásticos, tela y hasta vidrio en áreas urbanas y en los alrededores según
informó la Fundación Científica Charles Darwin (FCD).
Un estudio en
conjunto, realizado por investigadores de la FCD, la Pontificia Universidad
Católica del Ecuador (PUCE), el Zoológico de San Louis (Estados Unidos), la
Universidad Complutense de Madrid y la Universidad James Cook (Australia),
evaluó la ingesta de desechos por parte de las tortugas gigantes del oeste de
Santa Cruz (Chelonoidis Porteri). Estas tortugas están clasificadas como
"en peligro crítico" por la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (UICN).
La revista Environmental Pollution, publicó la investigación, que forma parte
de la tesis de licenciatura de Karina Ramón, nacida en Galápagos.
En el estudio se analizaron más de 5.500 muestras fecales en zonas donde los
quelonios entran en contacto con actividades humanas y más de 1.000 muestras en
zonas protegidas del Parque Nacional Galápagos.
Los resultados
arrojaron que las tortugas gigantes consumen con mayor frecuencia desechos
producidos por la actividad humana en zonas intervenidas por el ser humano,
como en el oeste de Santa Cruz, mientras que, en las áreas protegidas, la
exposición a estos desechos es casi nula. En las zonas cerca del área urbana se
encontraron en total 590 objetos de desecho en los excrementos colectados, lo
que equivale a 3,97 objetos por cada kilo de heces.