El cambio
climático ha compelido a los alrededor de mil residentes de la isla de Cartí
Sugdupu, situada en el Caribe panameño, a tomar la difícil decisión de
trasladarse a tierra firme frente a la creciente amenaza de que su isla sea
engullida por el océano.
La comunidad
autóctona de Cartí Sugdupu está dejando atrás su diminuta isla, que abarca un
área similar a la de cinco campos de fútbol. El continuo aumento del nivel del
mar ha provocado inundaciones recurrentes en sus viviendas y, en la actualidad,
viven en condiciones de superpoblación y enfrentan la escasez de agua potable.
Dependían de la pesca, el turismo y la producción de alimentos como la yuca y
el plátano, pero ahora se ven compelidos a transformar radicalmente sus modos
de vida.
El miedo a la
sumersión total de la isla ha motivado esta difícil elección, y los habitantes
expresan sus inquietudes por las futuras generaciones. Según las estimaciones
gubernamentales, la isla podría sumergirse por completo para el año 2050, y el
archipiélago de Guna Yala, donde está ubicada, se halla apenas a una altura de
entre 50 cm y un metro sobre el nivel del mar. Esta narrativa resalta cómo el
cambio climático afecta directamente a las comunidades vulnerables en distintas
partes del mundo.