En la ciudad de Guayaquil, hay numerosos comerciantes y transportistas que aguardan durante varios días para que sus mercancías sean recibidas en el puerto, con el fin de enviarlas posteriormente hacia las Islas Galápagos.
Después de dos semanas, Rebeca Vergara logró cargar su mercadería en uno de los camiones que entrará al puerto de Puertogal. En el muelle se encuentra el barco Fusion, que partirá hacia Galápagos la próxima semana con aproximadamente 3,500 toneladas de productos.
Mientras etiqueta cada paquete de agua que enviará al archipiélago, mencionó que durante estos 15 días de espera tuvo que pagar por un almacén para guardar la mercancía, lo cual representa una pérdida porque no lo tenía contemplado y los retrasos en los viajes a las islas son un problema constante.
"Mis productos están quedando rezagados debido a los dos barcos anteriores. Ahora están llevando toda la carga atrasada", comentó Marta, una comerciante.
Desde el lunes hasta el jueves, han ingresado camiones con alimentos y material de ferretería a este patio. El viernes recibirán bebidas.
Lenín Antón conduce uno de estos camiones y ya ha esperado dos días. Duerme en la cabina del camión o busca un hotel cercano, y él se hace cargo de esos gastos, pero tiene otro problema. "Estar aquí durante cuatro o cinco días representa pérdidas, ya que en ese tiempo podría realizar dos o tres viajes", afirmó el transportista.
Por ahora, no hay largas filas de camiones, pero aquellos que aún permanecen aquí deben pagar 10 dólares diarios a un guardia privado para tener seguridad y evitar que les roben la mercancía.
Durante estos días de embarque, hay un mayor movimiento, lo que asegura trabajo para aproximadamente 60 estibadores. También son días provechosos para María Hernández, quien alquila cascos y chalecos a los trabajadores.
El próximo martes, el barco Fusion partirá hacia Galápagos, pero aún no se ha establecido una fecha para el siguiente viaje.