En un anuncio
que ha generado controversia, Estados Unidos ha decidido enviar armamento a
Ucrania como parte de una ayuda militar y humanitaria de más de US$1.000
millones.
Este paquete de
ayuda incluye proyectiles de uranio empobrecido para equipar tanques
estadounidenses Abrams que serán entregados a Ucrania a finales de este año.
Los proyectiles tienen la capacidad de perforar el blindaje de los tanques
enemigos y están hechos de uranio empobrecido, que es menos radioactivo que el
uranio natural.
En respuesta al
anuncio, Rusia condenó la medida y se informaron supuestos ataques aéreos de
drones ucranianos en ciudades rusas, como Rostov del Don y cerca de Moscú. A
pesar de la tensión, no se reportaron daños graves.
El secretario de
Estado de EE. UU., Antony Blinken, realizó el anuncio durante su visita a Kyiv,
lo que provocó una fuerte reacción de Rusia.
Los proyectiles de uranio empobrecido se
utilizan para mejorar el blindaje de los tanques y son conocidos por su
capacidad de penetración. Esta decisión representa un cambio en la política del
Pentágono, que previamente había declarado que no enviaría municiones de uranio
empobrecido a Ucrania.
Además de los proyectiles, EE. UU.
proporcionará sistemas antiblindaje, sistemas tácticos de navegación aérea y
municiones adicionales para misiles Himars a Ucrania como parte de esta
asistencia.
La embajada de Rusia en Washington ha
denunciado la decisión como inhumana y ha criticado la negativa de EE. UU. a
reconocer el fracaso de la contraofensiva militar ucraniana.